Premio Periodismo de Excelencia

Francisca Skoknic:

“Era necesario transformarse y salvar el periodismo”

En 2017, tres experimentadas periodistas dieron vida a LaBot, el primer chatbot informativo de Chile y, con ello, ganaron ese año el PPE Digital. Francisca Skoknic, co-fundadora y editora del medio, cuenta en esta entrevista cómo se les ocurrió llevar la investigación periodística y el periodismo de datos al lenguaje de una robota interactiva que ahora, además de dialogar digitalmente con las audiencias vía aplicaciones de chat, se ha constituido como una plataforma de contenidos de alto impacto que inciden en la opinión pública. Como lo hizo el reportaje que reveló los detalles tras la venta en las Islas Vírgenes de Minera Dominga, negocio que implicó un serio conflicto de interés para la familia del ex Presidente Piñera. Con ese trabajo, LaBot volvió a ganar el PPE en 2021, esta vez en la categoría de periodismo escrito. 

Por Matías Gallardo y Jorge Fuentes

Para periodistas como Francisca Skoknic, salir de la zona de confort e investigar a fondo es una forma de vida. Titulada en la Universidad Católica, ganadora del Premio Lenka Franulic 2021, y con una larga trayectoria como reportera de política, negocios e investigación en distintos medios -El Mercurio, El Mostrador, Siete+7 y Qué Pasa-, es parte del equipo inicial que, junto a Mónica González, dieron vida en 2007 a un medio nativo digital que al principio no era más que un anhelo para fiscalizar e interpelar al poder, y que hoy es uno de los que generan mayor impacto y credibilidad en Chile: el Centro de Investigación Periodística, Ciper.

Allí Skoknic fue reportera, editora y subdirectora, y autora en diversos trabajos que han marcado la agenda e incidido directamente en la realidad nacional. Uno de ellos fue el emblemático reportaje de 2008 que evidenció irregularidades en una millonaria licitación del Registro Civil para adquirir una nueva plataforma tecnológica, y que generó la renuncia de distintos directivos, un proceso judicial por corrupción y el primer PPE para Ciper.

Nueve años después, tras dejar ese medio y preocupada por la crisis que atravesaba la industria, se propuso innovar y levantar junto a las destacadas periodistas Andrea Insunza y Paula Molina, un nuevo medio que hiciera el mismo buen periodismo que sabían hacer, pero aprovechando el uso de las nuevas tecnologías para innovar en cuanto a lenguajes y formas de interactuar con la audiencia.

LaBot salió al aire en agosto de 2017 como un chatbot que entregaba información y contexto sobre las elecciones presidenciales de ese año, enviando mensajes por Telegram y Facebook a sus seguidores. De esa manera, a través de una conversación interactiva, los usuarios podían saber el patrimonio o la trayectoria de los candidatos a la presidencia: qué se sabía de las finanzas de Sebastián Piñera, Alejandro Guillier, Beatriz Sánchez o José Antonio Kast, por ejemplo. También qué cargos habían tenido antes, qué conflictos habían marcado sus trayectorias políticas, sus antecedentes judiciales, quiénes y cómo financiaban sus campañas, y más.

En su primer año de existencia, el proyecto de Skoknic, Insunza y Molina demostró los alcances que pueden tener las herramientas digitales cuando mantienes la calidad del reporteo y la información, al mismo tiempo que dialogas con la ciudadanía por medio de gifs. Ese año, ganaron el PPE Digital. Como remarcó el jurado en esa oportunidad, el valor de LaBot es que reinventó la manera de informarse.

“Finalizadas las elecciones presidenciales, vimos que el medio funcionaba; decidimos transformarlo en un proyecto más permanente que, en definitiva, contara y explicara todo tipo de información”, explica Skoknic, quien también sería directora de la Escuela de Periodismo UDP entre diciembre de 2017 y marzo de 2021

Así, LaBot fue creciendo hasta transformarse en una plataforma de contenidos que hoy aloja distintos productos, incluyendo reportajes que forman parte de grandes investigaciones colaborativas y transnacionales con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), como el caso de The Implant Files (2018) y los Pandora Papers (2021).

Uno de los reportajes de esa última serie  -y que Skoknic trabajó desde LaBot en colaboración con el ex periodista de Ciper, Alberto Arellano- fue ganador del PPE Escrito ese año. El trabajo reveló detalles desconocidos de la venta de Minera Dominga en un paraíso fiscal, relevando la existencia de una cláusula que amarraba el precio y valor de la operación a que el gobierno que encabezaba Sebastián Piñera -el principal accionista del proyecto- no declarara la zona como un área protegida, requisito que, por supuesto, se cumplió. El evidente conflicto de interés marcó un punto de inflexión en el escenario político y social casi al término del segundo período de Piñera en La Moneda, derivando en una investigación judicial en su contra y la primera acusación constitucional desde el retorno de la democracia a un Presidente en ejercicio.

Sobre cómo es transitar por todo ese camino manteniendo la calidad en el ejercicio de la profesión es que habla Francisca Skoknic en esta entrevista.

“A pesar de que en todo el mundo los medios están permanentemente experimentando nuevas formas de contar historias, nuevas plataformas, tecnologías, relatos, en Chile no actuaban como si se dieran cuenta de esta crisis. Era necesario afrontarla, transformarse y salvar el periodismo. (…) Por eso nosotras, que nos caracterizamos por ser personas que están muy pendientes de lo que pasa con la prensa afuera, finalmente nos dimos cuenta de que también era nuestra responsabilidad hacer ese cambio”, dice Skoknic sobre los motivos que la llevaron a crear su propio proyecto, LaBot.

LaBot nace siguiendo a medios como The New York Times o Wall Street, que experimentaron con bots para generar un periodismo más personalizado. Pero en el caso chileno, ¿cómo fue ser pionera en esta modalidad?

—LaBot nace porque quisimos hacer un proyecto que mostrara que se podía innovar en periodismo. Partir con las elecciones del 2017 fue una dirección particularmente compleja, porque hubo un montón de cambios en el sistema electoral y porque por primera vez se elegían consejeros regionales. Decidimos explicar todo aquello y aprovechar que ahora se podía conocer el aporte electoral para hacer periodismo de datos, mostrando y analizando las cifras de financiamiento de las campañas. También hicimos un poco de periodismo de investigación al buscar en los patrimonios de los candidatos, y aplicamos la crónica para contar algunas historias. Es decir, agarramos distintos géneros periodísticos y todo esto lo convertimos en un chatbot que lo que hace es simular o imitar la conversación entre dos personas. Mediante una plataforma de mensajería, quisimos dialogar con todo el mundo que anda con el teléfono en la mano chateando, y entregar información de una manera más dinámica, entretenida y más gráfica. El chatbot hacía bromas, podía jugar con emojis y compartir gifs; con esto buscábamos darle un poco de humor a noticias que igual son complejas.

—Este medio nace específicamente para enfrentar las demandas informativas de las elecciones. Pero cuando éstas terminan, ¿cómo evalúan los resultados de esta plataforma?

—Vimos que funcionaba y decidimos transformarla en un proyecto más permanente que, en definitiva, podía contar y explicar todo tipo de información. A diferencia de Ciper, donde yo era una periodista empleada que había formado parte del equipo fundador, aquí nosotras estábamos a la cabeza de un experimento. Era súper complejo porque teníamos nuestros trabajos de tiempo completo, entonces esto era una pega que hacíamos en nuestras horas libres y nos demandaba mucho trabajo. No solamente era buscar la información y escribirla, sino que transformar texto e imagen en un chat. Si bien estábamos muy comprometidas con el proyecto y eso nos daba energía, no era nuestra principal actividad. Recién en septiembre del 2018, pudimos contratar a una periodista para que trabajara con nosotros.

Siempre ha estado ligada al género investigativo pero, ¿cómo fue transitar desde la manera clásica del periodismo a este nuevo formato?

—Por mi parte, mi hábitat natural y el que ejercería de manera constante si tuviera el tiempo y el financiamiento, sería el periodismo de investigación. Pero en 2017 quisimos experimentar con formatos y tácticas más innovadoras. Fue sorprendente ganar el PPE Digital ese año. De alguna manera, para nosotras era importante demostrar que, siendo periodistas independientes que crean su propio proyecto y con un mínimo financiamiento, era posible hacer periodismo de calidad, innovador y atractivo. El reconocimiento nos dio el incentivo para seguir trabajando y consolidarlo a más a largo plazo, explorando nuevas formas de financiamiento, nuevos formatos y proyectos. Quiero decir que, en ese momento, a LaBot la financiábamos de nuestros bolsillos. Siendo un medio de nicho, igual crecimos rápido. Era evidente que estábamos encontrando otra forma de contar historias. 

Mediante una plataforma de mensajería, quisimos dialogar con todo el mundo que anda con el teléfono en la mano chateando, y entregar información de una manera más dinámica, entretenida y más gráfica. El chatbot hacía bromas, podía jugar con emojis y compartir gifts; con esto buscábamos darle un poco de humor a noticias que igual son complejas​​”, dice Skoknic sobre los inicios de su robota.

—A propósito de innovación, ¿considera que la prensa en Chile le saca provecho a las  herramientas digitales?

—La inquietud que teníamos a la hora de pensar LaBot era que el periodismo está cambiando muy rápido. La forma de informar en la televisión o en la prensa escrita está quedando obsoleta porque la gente ya no consume información de esa forma, y por eso los medios están compitiendo entre sí con acciones que resultan más atractivas para la gente: desde las redes sociales hasta el streaming. A pesar de que en todo el mundo los medios están permanentemente experimentando nuevas formas de contar historias, nuevas plataformas, tecnologías, relatos, en Chile no actuaban como si se dieran cuenta de esta crisis. Era necesario afrontarla, transformarse y salvar el periodismo. Estábamos preocupadas y por eso nosotras, que nos caracterizamos por ser personas que están muy pendientes de lo que pasa con la prensa afuera, finalmente nos dimos cuenta de que también era nuestra responsabilidad hacer ese cambio. 

Sobre las herramientas que entregan Internet y las redes sociales,  ¿cómo ve el panorama de los medios digitales, si consideramos los últimos cinco o diez años?

—Todavía falta experimentar más, y sobre todo que más gente se atreva a invertir en medios. Hoy día hay muchos, pero todos en condiciones económicas muy precarias, con muy pocos periodistas, algunos no necesariamente con equipos profesionales, y otros que tienen agendas más bien políticas o ideológicas. Medios que tengan como único objetivo hacer periodismo son muy pocos. Y por lo tanto, si bien hay mayor diversidad, no hemos salido aún de la zona de riesgo. Es más, los sueldos son bastante malos. Por lo tanto, es necesario encontrar fórmulas que permitan invertir en periodismo.

Creo que lo más importante es investigar al poder e interpelarlo cuando hay que hacerlo, y no dejarse influir por presiones o por el miedo de algún tipo de reacción. Los criterios siempre deben ser exclusivamente periodísticos”, cuenta quien se caracteriza por ejercer un periodismo investigativo que, independiente de la plataforma, logra generar impacto en la conversación pública.

Considerando estas complejidades, ¿cómo se puede persistir en el periodismo de investigación dentro de la plataforma digital y a su vez conservar su calidad?

—Es muy difícil financiar a largo plazo los medios. Creo que, sobre todo, lo primero es tener la voluntad y la perseverancia de hacer un trabajo de este tipo y buscar todos los espacios posibles para hacerlo, ya sea en los medios tradicionales, no tradicionales o levantando tu propio medio. Trabajar en proyectos colaborativos como lo hicimos en LaBot con Ciper en Pandora Papers, u otros que también hemos hecho con el ICIJ -conformado por más de 100 medios y 600 periodistas de todo el mundo-, ayuda también a amplificar el trabajo que hacemos. En el fondo, tener un equipo virtual más grande que el que realmente uno tiene con ayuda de colegas de otros lados; ha sido una forma de hacer proyectos específicos de investigación periodística pese a que nuestro proyecto no se dedica exclusivamente a eso.

—En definitiva, desde la plataforma que sea y como sea, usted siempre está investigando e interpelando al poder.

—Si bien esa no es la única función del periodismo de investigación, sí creo que lo más importante es investigar al poder e interpelarlo cuando hay que hacerlo, y no dejarse influir por presiones o por el miedo de algún tipo de reacción. Los criterios siempre deben ser exclusivamente periodísticos.

Año

Medios

Autores

Resultado