Premio Periodismo de Excelencia

Bianca González:

“En vez de enfocarnos en los aspectos positivos de la propuesta constitucional, tuvimos que usar ese tiempo en desmentir información”

En 2021, el equipo periodístico de La Neta, conformado por periodistas consumidores de redes sociales que no pasan los 30 años y que sueñan con medios más cercanos a las personas, ganó la categoría Innovación del PPE Digital por sus boletines diarios sobre la Convención Constitucional. Desde el mismo lugar donde se cocinaba la propuesta de una nueva Carta Magna, buscaron fomentar la transparencia del proceso e invitaron a sus miembros a explicar lo que se votaba en un lenguaje mucho más simple y menos jurídico. Bianca González, directora de La Neta, cuenta en esta entrevista la experiencia de un medio que se abrió espacio tomando como eje de ruta el debate constituyente.   

Por Valentina Rojas

Su primera directora fue la periodista Alejandra Matus. Tras identificar la escasez de medios especializados en contar lo que ocurría al interior de la Convención Constitucional, Corporación Humanas decidió fundar La Neta con un equipo de periodistas mujeres que no sobrepasan los 30 años y que tenían muchas ganas de documentar in situ ese proceso histórico. “Nuestro producto emblemático fueron los boletines, y estos surgieron precisamente porque estábamos en el lugar. Lo que hacíamos era reportear y documentar lo que pasaba cada día en cada una de las comisiones de la Convención”, cuenta Bianca González, actual directora del medio que en 2021 se adjudicó el premio en la categoría de Innovación del PPE Digital.

Pero los boletines no fueron el único producto de La Neta. Con el objetivo de promover la transparencia del proceso, el equipo también generó un programa-manual que se llamaba “La informante” y que se transmitía todos los jueves en sus plataformas. “En la instancia hacíamos un resumen semanal sobre lo que, a grandes rasgos, había pasado en la Convención, y luego invitábamos a los convencionales a que explicaran las cosas en un lenguaje mucho más simple y menos jurídico”.

Otro elemento innovador del proyecto es la composición de su equipo: solo mujeres lo integran. Según cuenta González, el hecho de que sólo mujeres compongan el equipo no fue una cuestión premeditada. “De un comienzo se dio de forma muy natural que La Neta esté compuesto sólo por mujeres. Creo que es por el interés que tenemos en que la línea editorial esté enfocada en derechos humanos y enfoque de género. Y eso ha sido llamativo para todas las mujeres que hemos conformado el equipo”, explica la periodista que actualmente sigue cubriendo la ruta chilena a una nueva Constitución. 

—Considerando que una de las causas que se le atribuyeron al amplio triunfo del Rechazo en el plebiscito fue que pocos entendieron la propuesta constitucional o que simplemente se dejaron llevar por una campaña de desinformación, ¿cómo interpretaron ustedes los resultados?

—Pienso que en el proceso faltó una mayor difusión de información sobre lo que pasaba en la Convención en un lenguaje simple, pero también descentralizado. Los convencionales llevaron el resultado del trabajo final a los territorios, pero no con el tiempo adecuado, porque la labor que tuvieron fue muy maratónica. Tenían que llegar al 4 de julio de 2022 con la propuesta al Presidente Boric y, luego de eso, tuvieron sólo hasta septiembre para bajar la información a los territorios. A juicio personal, no siento que el resultado pudo haber sido diferente, pero quizás el Rechazo no habría ganado con una diferencia tan grande si es que, a medida que la Convención trabajaba, la información se hubiese distribuido de mejor manera hacia las personas. Los convencionales se dirigían a sus territorios y hacían cabildos, charlas y conversatorios en los que los vecinos les preguntaban o manifestaban sus preocupaciones en torno al proceso constituyente. Se dio un buen espacio de participación, pero se perdió por los plazos vertiginosos.

“Es importante innovar porque hay que llegar a públicos diferentes. Está la gente mayor que se está adaptando a estas nuevas tecnologías, y junto a eso hay que agregar lo difícil que es captar la atención de un público más joven. Por ende, hay que formar estrategias para llegar al que quizás no se le hará tan llamativo el contenido político que hacemos nosotras, si no utilizamos un meme o un gif. (…) Como somos usuarias constantes de redes sociales, esto surge de preguntarnos cómo nos gustaría a nosotras consumir noticias”.

—Dice que la Convención tuvo ritmos maratónicos, pero ustedes también. ¿Cuáles fueron los costos de asumir ese desafío?

—La Neta funcionó porque cada una tenía su rol muy bien definido y operábamos como el engranaje de un reloj. Teníamos muy clara la función de cada una y la cumplíamos a cabalidad y con mucha responsabilidad. Belén Pellegrini era la directora y la periodista en terreno, estaba en los plenos de la Convención y en los puntos de prensa. Catalina Gutiérrez se encargaba del diseño; es quien revisa que nuestro Instagram siga con el diseño acordado, los reels y las infografías. Yo hacía el seguimiento minuto a minuto. Posteaba en tiempo real sobre todo lo que pasaba, las votaciones en el pleno y el debate. Al final del día nos juntábamos y hacíamos los boletines diarios, ese era nuestro trabajo grupal. A pesar de ser un equipo pequeño y joven, nuestra mayor dificultad era el tiempo, pero aun así pudimos sacar todo el trabajo que significó el seguimiento detallado de la Convención.

¿Cuál cree que es la importancia que tiene o que tendrá esta memoria para las nuevas generaciones?

—A corto plazo, servirá para el nuevo proceso constituyente en curso, pero creo que el principal aprendizaje es la participación. Desde la ciudadanía había mucho interés hacia la Convención y eso no solía darse antes. Uno tiende o tendía a mirar la política desde lejos. Percibimos que había esperanza por parte de la gente y eso ayudó a que La Neta creciera, pero también instancias como los cabildos y semanas territoriales acercaban a la gente a la política, a lo que se hacía en la Convención y a lo que nosotras informábamos. El interés de las personas nos ayudó y motivó porque teníamos este feedback con los seguidores. Se formó una comunidad porque logramos explicar temas jurídicos en un lenguaje simple y fresco.

“Me gustaría que el periodismo fuera mucho más cercano con la gente, de repente hace falta ese ejercicio de retroalimentación. Saber qué quiere, las dudas que tiene. Considero que el contacto con las personas, el interactuar, es lo que hace que el público se interese por tu contenido”.

—¿Cómo lidiaron con la desinformación y las fake news?

—Las fake news hicieron que perdiéramos tiempo en desmentir, pero era necesario hacerlo. Mucho del trabajo post-entrega de la propuesta fue combatir esas mentiras. Lo que hacíamos era agarrar cualquier información falsa que estuviera rondando por Twitter o WhatsApp y la explicábamos en base a la misma propuesta. Nuestro trabajo consistía en hacer un hilo demostrando por qué cierta afirmación era mentira e incluso hacíamos videos explicando las propuestas enteras. Esos videos los hacíamos con académicos, pero siempre enfocándonos en la propuesta. Siento que invertimos mucho tiempo en desmentir. La propuesta tenía muchas normas y algunas eran más conocidas que otras, a las cuales no se les dio la suficiente cobertura. Temas como el derecho al cuidado o las Universidades Regionales no fueron tan tocados, porque en vez de enfocarnos a los aspectos positivos de la propuesta, tuvimos que usar ese tiempo en desmentir información. Esa fue una desventaja porque el mismo tiempo que usamos en pensar cómo desmentir algo, lo podríamos haber usado para darle más visibilidad a otros puntos de la propuesta.

—Ustedes representan a los nuevos medios. ¿Cuál considera que es la importancia de innovar?

—Es clave ir innovando y renovándose, sobre todo en los medios de comunicación y más aún en los tiempos que vivimos actualmente. Las redes sociales están en auge, es más, hemos visto que se han vuelto más atractivas y su uso ha crecido exponencialmente. Es necesario que los medios identifiquen lo anterior y hagan el trabajo de ir adaptando sus contenidos al formato de redes sociales, ya que deben usar un lenguaje diferente, sintetizado, dinámico, claro y tiene que ser más eficiente. Por ejemplo, los reels duran máximo un minuto y medio, entonces hay que hacer el trabajo de tomar el contenido del sitio web y tomar el tiempo de reducirlo a un video que dure menos de dos minutos. También es importante innovar porque hay que llegar a públicos diferentes. Está la gente mayor que se está adaptando a estas nuevas tecnologías, y junto a eso hay que agregar lo difícil que es captar la atención de un público más joven. Por ende, hay que formar estrategias para llegar a ese público al que quizás no se le hará tan llamativo el contenido político que hacemos nosotras si no utilizamos un meme o un gif.

La ventaja que tenemos es que en el equipo somos tres periodistas y las tres somos menores de 30 años, eso nos permite dar frescura a nuestro contenido. Como somos usuarias constantes de redes sociales, nos ha servido para plantear la forma en que vemos y trabajamos en La Neta. Últimamente hemos intentado hacer las cosas más dinámicas, pero esto surge de preguntarnos cómo nos gustaría a nosotras consumir noticias.

“A corto plazo [la documentación de este proceso por La Neta], servirá para el nuevo proceso constituyente en curso, pero creo que el principal aprendizaje es la participación. Desde la ciudadanía había mucho interés hacia la Convención y eso no solía darse antes. Porque uno tiende o tendía a mirar la política desde lejos. Percibimos que había esperanza por parte de la gente y eso ayudó a que nuestro proyecto creciera”.

—¿Con qué tipo de periodismo sueñas?

—Me gustaría que el periodismo fuera mucho más cercano con la gente, de repente hace falta ese ejercicio de retroalimentación. Saber qué quieren, las dudas que tienen. En el periodismo más tradicional la entrega del contenido es muy unilateral, ya que el medio solo entrega información, pero no plantea ni soluciona dudas que pueda tener la audiencia. Considero que el contacto con las personas, el interactuar, es lo que hace que el público se interese por tu contenido. El periodismo debe ver las formas de llegar a una audiencia mayor que, a mi parecer, es mediante redes sociales. Los consumidores prefieren no moverse de la aplicación para obtener la información, y es algo que los medios deberían tener en cuenta. También considero que el periodismo debe ser riguroso y la información debe ser verificada antes de ser publicada, para no caer en errores ni reproducir datos o discursos que, muchas veces, terminan siendo falsos. Es un elemento muy importante y que se ha perdido por el afán de querer publicar las cosas antes o más rápido. Es algo que hay que recalcar en los grandes medios de comunicación y potenciar en los más emergentes.

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