Premio Periodismo de Excelencia

Nancy Castillo:

“La idea es llevar a los auditores a mundos que les son ajenos y desconocidos”

Fue periodista de política en Tele13 Radio y editora en diarios como La Tercera o la revista Qué Pasa. Hasta que en el extinto suplemento El Semanal, descubrió el potencial de la narrativa y no le bastó con escribirla, también quiso escucharla. El problema es que en Chile la crónica sonora no existía y había que generarla. Una oportunidad que tomó inspirada en el podcast “This American Life” y que desembocó en Relato Nacional, un proyecto que recoge las historias que podrían escucharse en una sobremesa de domingo y que son contadas por sus propios protagonistas. 

por Tomás Golzio

Hay un consejo que recibió Nancy Castillo (Mención Honorífica Prensa, Premio Rey de España y coautora del libro “Hijas de General”) cuando aprendió a hacer podcast que nunca se le olvidó. Se lo transmite a todos los periodistas de prensa escrita que se acercan a La Factoría, la productora de contenidos que realiza Relato Nacional (www.relatonacional.com) para contar historias. Les dice que si están acostumbrados a escribir con un sólo lápiz, para hacer que sus historias se escuchen tienen que usar cuatro: “En el podcast escribes con la narración, con las cuñas, con el sonido y con la música”, les explica.

Nancy es una de las pioneras en desarrollar este género en Chile. Y a pesar de que escribió con un solo lápiz durante muchos años en medios de comunicación tradicionales donde fue periodista política, fue muy temprano, en los 90 y mientras cursaba radio en la universidad, que se interesó por el lenguaje sonoro. “Recuerdo que hicimos un proyecto súper entretenido: un noticiario donde invitábamos a los periodistas a conversar sobre lo que pasó en vez de traer la noticia grabada. Es un formato que ahora se usa un montón, pero que en ese minuto no se hacía”, cuenta Nancy.

Pero sus influencias más directas para hacer narrativa sonora vienen de “This American Life”, un podcast que en 2010 daba luces de una industria que crecía sin parar en Estados Unidos. Nancy buscaba sus capítulos en una plataforma llamada Stitcher. Le gustaban porque eran historias que tenían detrás mucho reporteo y producción, como los reportajes que ella intentaba hacer en los diarios en los que trabajaba, pero con un solo lápiz.

El formato definitivamente no tenía referentes en Chile, pero ella decidió aprenderlo, darle su propio sello e instalarlo. Para eso tuvo una aliada: Josefina Aguirre, una periodista que empatizó con su obsesión, y que explicó junto a ella -una y otra vez- lo que era un podcast cuando nadie tenía idea qué diablos era y cómo se pronunciaba eso. “Bío-Bío era una de las pocas emisoras que lo hacía en ese tiempo. Todo el resto de las radios estaba dedicada a lo informativo. Recién en los últimos años han tendido más a aplicar el formato interpretativo o de opinión, pero el reportaje es algo que todavía está muy poco desarrollado”, dice Nancy.

De alguna forma los esfuerzos valieron la pena. La primera temporada de Relato Nacional se financió gracias un crowdfounding, cuya adherencia superó con creces las expectativas de Nancy y Josefina. Entonces todo comenzó a fluir, y esas historias mínimas narradas por sus propios protagonistas que dieron forma al proyecto que hoy cuenta con cinco temporadas y 45 capítulos que pueden ser escuchados en el momento en que desees a través de plataformas como Spotify, llegaron al PPE Digital.

En 2018, el capítulo “De gemelas a mellizos”, ganó el concurso con el relato sobre el difícil proceso que enfrenta una niña transgénero cuando decide dejar de ser gemela de su hermana y transformarse en su hermano mellizo, en Alexis, pero en otras oportunidades historias como “Operación chancho”, “Cegados” o “El calor de la manada”, también llegaron a ser seleccionados por el jurado como finalistas. 

—¿Cuándo sientes que llega el podcast a Chile?

—El podcast se instaura definitivamente cuando Spotify empieza a visibilizarlo. Lo que pasa es que en 2016, ellos anuncian la incorporación del podcast, pero no colocan esos productos al inicio como ahora los vemos, entonces debías saberte el nombre del programa para poder escucharlo. Es en 2018 cuando aparece esta sección especial que te recomienda podcasts, lo que facilitó mucho la escucha e hizo crecer el mercado.

“Quería hacer crónica narrativa sonora y al mismo tiempo me fui planteando ¿qué tipo de historias quiero contar?. (…) Me terminé decidiendo por las historias mínimas, desvinculadas de la actualidad pero no desconectadas de la realidad. No quería dar un golpe periodístico, no se trataba de hacer periodismo de investigación. Lo que quería era contar historias donde uno se pudiera reconocer, de esas historias que se comentan en la sobremesa del domingo, pero que deben tener en algún momento, un quiebre”.

—¿Cómo fue crear Relato Nacional, considerando que era un tiempo donde hacer podcast era absolutamente novedoso para Chile?

—La idea nace cuando estaba trabajando en El Semanal, un suplemento de La Tercera donde hacíamos crónica narrativa. Paralelamente, estaba trabajando en Tele13 Radio. Entonces pensé que podía juntar ambas cosas -la crónica y la radio- para hacer algo similar a lo que yo escuchaba en ese entonces en otros países. Cuando se terminó El Semanal me ofrecieron quedarme en el diario, pero ya no me interesaba seguir con ese ritmo, así que decidí empezar a desarrollar mi propio proyecto. En 2014 creé La Factoría legalmente como empresa y empecé a hacer el capítulo cero de Relato Nacional, que tiene a Agustín Squella como protagonista. Me demoré más o menos un año en desarrollar la historia porque el primer guión que hice me quedó largo y fome, no funcionaba. Decidí irme a Buenos Aires a tomar clases de guión radial en la escuela “Narrativa Radial” de Marcelo Cotton. Fue una semana de aprendizaje intensivo, donde trabajábamos en mezclas, las escuchábamos en el minuto y veíamos que, si sacábamos algo, cambiaba completamente la escena. Me enseñó a escribir otro tipo de guión, y de acuerdo a lo que aprendí rehice el capítulo cero. Cuando lo escuché quedé super feliz,  porque fue escuchar esto que me había imaginado pero que no había quedado bien y que antes de esas clases, no sabía cómo mejorar. Fue una satisfacción súper grande.

—¿Qué buscaba plasmar en el proyecto sonoro?

—Quería hacer crónica narrativa sonora y al mismo tiempo me fui planteando ¿qué tipo de historias quiero contar?, porque podía quedarme en los personajes famosos, pero como yo fijaba la línea editorial, me terminé decidiendo por las historias mínimas, desvinculadas de la actualidad pero no desconectadas de la realidad. No quería dar un golpe periodístico, no se trataba de hacer periodismo de investigación. Lo que quería era contar historias donde uno se pudiera reconocer, de esas historias que se comentan en la sobremesa del domingo, pero que deben tener en algún momento un quiebre. El final no debe ser evidente, la idea es que sorprendan, eso era lo que buscaba. Lo que nosotros queremos es que la gente empatice con estas historias, por eso el bottom line de Relato Nacional dice que es: “un podcast que te sumerge en el mundo de la vida de otros”. La idea es llevar a los auditores a mundos que les son ajenos y desconocidos.

“Lo que buscamos son historias, no temas. Pero de vez en cuando, esas historias tienen relación con la conversación a nivel país, entonces generan más sensibilidad todavía. En ese sentido, hay dos capítulos que sí se hicieron vinculados a la actualidad, pero que los contamos con el sello o identidad de Relato Nacional. Uno es ‘Chile Despertó’, que creo que lo emitimos un mes después del 18 de octubre de 2019. El otro es ‘Cegados’, que también es sobre el estallido social, específicamente sobre las víctimas oculares”.

—Ganaron el PPE en 2018 con el capítulo “De gemelas a mellizos”, ¿cómo llegan a esta historia?

—Fue super sencillo. Patricio de la Paz, periodista y editor, había hecho esta historia para la revista Paula junto a un fotógrafo, Pablo Sanhueza. Pablo llevaba meses tomando fotografías a las entonces hermanas gemelas, cuando convocó a Pato a que hiciera la parte escrita. Entrevistó a la tía, a Catalina y a Alexis. Recuerdo que el día que ellos entregaron la historia yo me junté a comer con Pato, y ahí me contó en lo que habían estado trabajando con Pablo. Yo estaba buscando historias para Relato Nacional y no tenía la necesidad de dar un golpe periodístico, así que no importaba si la historia se publicaba en otro medio primero. Cuando me terminó de contar le dije a Pato: convirtamos esto en crónica sonora, ya tengo el título, es “De gemelas a mellizos”. Ahí mismo pensamos en una estructura y en cómo armarlo. Pablo actuó como productor, era el más capacitado para abrirnos las puertas de la familia. Pato hizo la entrevista, la Josefina Aguirre fue productora de audio, y yo fui la guionista y directora del capítulo. Fuimos dos o tres veces a entrevistar a la familia, y aunque en un momento pensamos que los hermanos (ahora mellizos) podrían contar la historia completa, en realidad es la tía la que cumple ese papel en nuestra versión sonora.

—Planteas que cuentas historias mínimas, pero no por eso desconectadas de la realidad, como es el caso de esa historia que habla sobre una transición de género. ¿Qué otros capítulos recomiendas escuchar en Relato Nacional que aporten a la discusión pública?

—No está en nuestra definición buscar temas de la contingencia, pues lo que buscamos son historias, no temas. Pero de vez en cuando, esas historias tienen relación con la conversación a nivel país, entonces generan más sensibilidad todavía. En ese sentido, hay dos capítulos que sí se hicieron vinculados a la actualidad, pero que los contamos con el sello o identidad de Relato Nacional. Uno es “Chile Despertó”, que creo que lo emitimos un mes después del 18 de octubre de 2019. El otro es “Cegados”, que también es sobre el estallido social, específicamente sobre las víctimas oculares.

—Ese capítulo fue finalista en el PPE en 2021. ¿Cómo ves el presente y el futuro del podcast en Chile?

—Chile es uno de los países donde más han crecido los podcasts a nivel latinoamericano y se espera que siga siendo así, pero claro, comparado con otros países, somos pocas personas las que hacemos podcast y eso pesa en términos de audiencia. Creo que acá el podcast no periodístico atrae mucho, se prefiere una conversación libre y relajada sobre un tema, pero también hay que tener presente a la ficción, que se ha ganado un espacio destacado el último tiempo. Talento hay, por lo que buenos proyectos pueden seguir produciéndose para así salir al mercado.

—¿Qué piensas de otros proyectos destacados del género en nuestro país?, ¿alguno en particular que destacarías?

—A mí las producciones de ficción sonora chilena me gustan mucho por el trabajo que implican: se reproducen atmósferas, locaciones y situaciones a través de los sonidos y las voces de los protagonistas. Las Raras son un súper buen producto sonoro, Caso 63 de Julio Rojas, es un tremendo ejemplo también. A mí parecer, es uno de los podcasts de ficción más exitosos de los últimos tiempos.

“Chile es uno de los países donde más han crecido los podcasts a nivel latinoamericano y se espera que siga siendo así, pero claro, comparado con otros países, somos pocas personas las que hacemos podcast y eso pesa en términos de audiencia. Creo que acá el podcast no periodístico atrae mucho, se prefiere una conversación libre y relajada sobre un tema, pero también hay que tener presente a la ficción, que se ha ganado un espacio destacado el último tiempo”.

—Independientemente del género y a diferencia de cuando empezaste, en la actualidad hay mucha gente haciendo podcast.

—Sí. Hoy se crean muchos títulos más que cuando yo empecé y eso es positivo porque permite aumentar la audiencia en general. Es simple: mientras más personas escuchen podcast, mejor para todos los podcasteros, pero lo que más se crea acá son los podcast de conversación liviana. Como auditora de podcast, esos no son los títulos que me gusta escuchar cuando me pongo los audífonos y salgo a caminar.

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